Autonomía Tecnológica


La Tecnología, desde una perspectiva nor-occidental, nos sitúa a las personas como meras consumidoras o usuarias. Nos impide tomar decisiones sobre cómo incide la Tecnología en nuestras vidas. Y nos hace creer que siempre necesitamos más rapidez, más poder de cómputo, más memoria RAM.

Se trata de una lógica que va tras el lucro a toda costa, que impone la vigilancia a costa de los Derechos Humanos. Es una lógica que engrandece la individualidad, el enriquecimiento y la acumulación, y reproduce las relaciones de poder enmarcadas por los sistemas de opresión.

Sin embargo, y a pesar de este panorama, en <Nuestros Datos> creemos que es posible resignificar la Tecnología y su relación con la colectividad, es decir, su relación con nosotrxs.

Trabajar desde la Autonomía Tecnológica significa posicionarse desde la colectividad, significa situarse desde una Tecnología repensada desde la Comunidad y para la Comunidad, significa tener incidencia sobre la producción de Tecnología y sobre sus efectos en nuestras vidas.

La Tecnología es una herramienta y, por tanto, podemos usarla en favor de nuestras comunidades. Pero para lograrlo, es imprescindible que la politicemos.

¿Quiénes crearon los Sistemas Operativos que utilizamos? ¿Con qué propósito se crearon las Redes Sociales que habitamos? ¿Cómo impacta en el Medio Ambiente la producción de las computadoras que utilizamos? ¿De dónde se sacan los recursos naturales para sostener la digitalización? ¿Qué energías utilizan los servicios de internet que consumimos? ¿Cómo procesan los Softwares que usamos nuestros datos personales?

Algunos puntos de encuentro que nos pueden guiar en nuestra búsqueda de la Autonomía Tecnológica son: la Autodefensa Digital, el Software Libre y los Derechos Digitales.