¿Qué importancia tiene nuestro Navegador?


Para muchas personas nuestro navegador puede ser nuestro primer y único contacto con el internet. Para algunas otras nuestro navegador se vuelve esencial para acceder a todos los programas que utilizamos en el día a día.

Desde programas que tienen un enfoque de productividad, como una suite de tipo oficina o programas de diseño, hasta programas que tienen un enfoque de ocio, como un programa para escuchar música o ver vídeos. Hoy en día podemos tener acceso a todos ellos a través de nuestro navegador.

De ahí viene la importancia de elegir un buen navegador. Ahora bien, por bueno nos referimos no sólo a que sea rápido, sino a que también sea seguro y respete <nuestros datos>.

Afortunadamente, hoy en día la rapidez no está peleada con otro tipo de características. Esto nos permite poder ahondar en cualidades como la seguridad, pero sobre todo la privacidad. (Aquí podemos leer un poco más sobre la diferencia entre seguridad y privacidad)

No pretendemos hacer nuestra propia comparación entre navegadores. Ya existen muchos sitios que publican sus pruebas. Por ejemplo, la de PrivacyTests.org es una de las pruebas más exhaustivas que hemos encontrado.

La idea más bien es reflexionar un poco al respecto y dar un par de recomendaciones.

¿Por qué evitar el uso de Chrome?
Si has leído hasta este punto, es difícil que no sepas qué es Chrome. Chrome es el navegador de Google y no sólo es el más usado en el mundo sino que tiene el monopolio en internet.
El punto más importante a entender aquí es que es desarrollado por Google, una de las compañías más poderosas y monopólicas de la industria tecnológica. Y como toda compañía, por definición, su principal objetivo es lucrar. ¿Cómo es que Google lucra con Chrome si no cobra por su uso? La respuesta sencilla es con <nuestros datos>.
Toda la información que se procesa usando Chrome, es información que Google usa para lucrar, ya sea mediante publicidad dirigida, venta de datos u otros medios.
Es por esto que recomendamos evitar el uso de Chrome, porque no nos permite tener agencia, autonomía, ni poder de decisión sobre <nuestros datos>. Sí hay ciertas configuraciones que puedas aplicar para que no los utilicen, pero al ser una tecnología propietaria básicamente damos un salto de fé frente a la promesa de que no van a lucrar con nuestra información.

Entonces, ¿qué navegadores nos permiten tener autonomía?
La respuesta más sencilla son Firefox y Tor. También hay algunos otros navegadores más especializados como Brave o Librewolf.
Pero, ¿qué es lo que nos lleva a recomendarlos? En primera instancia que son navegadores que no son desarrollados por empresas, sino que son software libre desarrollado por la comunidad. En segunda instancia que están diseñados para proteger nuestra privacidad y darnos autonomía sobre <nuestros datos>.

Hay mucho de qué hablar, pero esperamos este texto haya sido una breve introducción para seguir la conversión sobre la importancia de los navegadores.